Desde que tengo memoria, he sufrido de una enfermedad que ha causado la gran parte de la ansiedad en mi vida. Ella ha estado presente en toda actividad que hago y nunca me ha dejado estar tranquilo. También, a veces no me deja disfrutar el trabajo que hago o peor aún, sacarlo a la luz, ya que siempre encuentra una excusa para no hacerlo. Esta maravillosa enfermedad se llama: el perfeccionismo.
Este artículo será un poco más personal que los anteriores y tiene que ser así, por el simple hecho de que el perfeccionismo es uno de los varios caminos a la insatisfacción personal, baja autoestima, la ansiedad y la depresión. Cosa que, no le deseo a ninguno de ustedes y si son perfeccionistas como yo, seremos infelices juntos… Mentira, vamos a superar esa mi*rda.
Además, será una terapia personal que me ayudará a generar autoconciencia (que es el mejor remedio) y ver que tan jodido estoy. Sin embargo, más importante aún, tengo la esperanza de que sea útil para tí, veas que no estás solo en este mundo sufriendo de enfermedades mentales raras y vivas una vida más tranquila.
Así que abróchense los cinturones, porque es hora de ser vulnerables, abrir nuestros caparazones y compartir nuestros problemas. Exploraremos mi experiencia y cómo estoy trabajando en limitar el perfeccionismo en mi vida con todo lo que he leído y aprendido hasta el momento.
Antes de esto, debemos tener claro qué es el perfeccionismo.
El perfeccionismo
Tengo que aclarar que el perfeccionismo no es una enfermedad, lo dije de esa manera para llamar tu atención (perdóname).
El perfeccionismo es una disposición de personalidad caracterizada por la búsqueda de la perfección y el establecimiento de estándares de rendimiento excesivamente altos, acompañada de tendencias a las evaluaciones excesivamente críticas de la conducta propia (Flett & Hewitt, 2002; Frost, Marten, Lahart, & Rosenblate, 1990).
En palabras más coloquiales, el perfeccionismo es un rasgo de personalidad que consiste en intentar hacer todo lo más impecable posible, en cualquier área de nuestras vidas. Es decir, intentar hacer lo imposible y fallar en el intento.
El problema con el perfeccionismo es que nos da miedo fallar y cometer errores. Al tener miedo al fracaso por querer ser perfecto, uno se paraliza y no quiere tomar acción o ninguna decisión (algo que he experimentado). Si no tomas ninguna decisión o acción, entonces no puedes lograr nada en esta vida, lo cual deja al perfeccionista mucho más frustrado.
El perfeccionismo como estilo de vida
Cabe destacar que el perfeccionismo es un estilo de vida, y uno bien malo. Si eres perfeccionista como yo, no sólo quieres hacer tus tareas lo más perfecto posible, sino quieres que tu identidad sea perfecta.
Me he estado dando cuenta que muchas veces pensaba que una vida con sentido era una vida perfecta, lo cual es totalmente absurdo. Esto está tan presente en la vida del perfeccionista que se obsesiona por sus errores pasados y son difíciles de superar.
Por ejemplo, todavía no supero cuando mi mamá me regalo un libro de pequeño; me molesté porque quería un videojuego y lo tiré al piso… disculpa mamá. Eso forma una cicatriz en mi identidad como perfeccionista ya que me sentí como un mal agradecido.
Sin embargo, esto se vuelve peor cuando nosotros como perfeccionistas esperamos el perfeccionismo en las demás personas, lo cual es completamente irracional y absurdo, ya que ni nosotros mismos lo somos. Esto es malísimo porque puede perjudicar nuestras relaciones con las demás personas, desilusionarnos o hasta ser causantes de relaciones tóxicas.
El primer choque vivido fue cuando tuve el primer desacuerdo con mi novia, lo cual golpeó muchísimo mi identidad. Me estoy dando cuenta que estar en una relación no significa que en todo momento va a ser como una película de Hollywood, donde todo es perfecto, están de acuerdo en todo y sólo ven florecitas y arcoíris.
Las causas del perfeccionismo
Mientras más leo, me informo y a la vez escribo artículos, más me doy cuenta que casi todos nuestros problemas emocionales o relacionados a nuestra salud mental provienen de cuando éramos niños. El perfeccionismo forma parte de uno de esos problemas.
Es importante destacar que, aunque no tenemos la culpa muchas veces de ser como somos, es nuestra responsabilidad el mejorar. Nuestros padres o cuidadores eran personas que tenían sus propios problemas y no eran ni son perfectos.
Aunque las causas que presentaré a continuación son del perfeccionismo, te invito intentes hacer el trabajo emocional de analizar, cuestionar tus sentimientos y volver al pasado.
- Inseguridad de uno mismo o el miedo al no ser aceptado.
Uno en este caso utiliza el perfeccionismo como mecanismo de defensa ya que al tener miedo de lo que piensen los demás, ser perfecto es la solución más viable.
Lamentablemente hoy somos más inseguros de nosotros mismos ya que vemos constantemente las vidas “perfectas” de los demás y nos da una falsa idea de que tenemos que ser perfectos.
- Problemas de salud mental como la ansiedad o el trastorno obsesivo compulsivo
Investigando sobre el artículo se destacó que sí existe una relación entre el perfeccionismo y el trastorno obsesivo compulsivo. Sin embargo, no todos los perfeccionistas tienen ese trastorno y no todos los que tienen el trastorno sufren de perfeccionismo.
- Tener padres exigentes o que sean perfeccionistas
Puede ser que la exigencia de pequeño o que sigues experimentando, por parte de tus padres haya hecho que desarrolles este rasgo de ser perfeccionista. En mi caso, las buenas notas eran primordiales en la casa.
Cómo el perfeccionismo puede hacer tu vida miserable
Existen varios problemas que puede desarrollar un perfeccionista en su vida. Enumeraré varios encontrados en la investigación del artículo y expandiré en los que tengo experiencia:
- Depresión
- Desórdenes alimenticios
- Falta de creatividad
- Baja autoestima
- Negatividad
- Estrés y ansiedad:
A medida que han aumentado mis responsabilidades me preocupo más por lo que pueda pasar y cómo puedo hacer todo lo más perfecto posible. Este énfasis me ha traído muchísima ansiedad estos últimos meses que no me dejan aprovechar el momento.
Es decir, vivo en el futuro, pero no en el presente. La ansiedad no me ayuda a concentrarme y a veces me hace dudar sobre qué es lo correcto o lo incorrecto. La ansiedad se ha expresado en mi cuerpo con dolores en el pecho como si mi corazón estuviese contraído.
- Desarrollo del trastorno obsesivo compulsivo
Me estoy dando cuenta que lo estoy desarrollando, aunque estoy tratando de controlarlo poco a poco. Acostumbro a lavarme las manos a cada segundo, revisar si apagué la cocina dos veces antes de salir o si cerré bien la puerta. Créanme este sentimiento es horrible y ya verán más adelante cómo lo estoy controlando.
- Procrastinación
El perfeccionismo te impide trabajar, por el simple hecho de que tienes estándares muy altos, quieres hacer todo impecable y el fracaso te da miedo. Todo esto sumado es demasiado abrumador, te hace ver las cosas más difíciles de lo que son y nos paraliza constantemente. Por eso muchos perfeccionistas tendemos a procrastinar y se nos hace difícil dejar de hacerlo.
A su vez, como somos muy inseguros de nuestro trabajo y del fracaso, la única manera de no fracasar es evitando hacer las cosas, lo cual es un gravísimo error. Necesitamos producir resultados y hacer lo que tenemos en mente para prosperar en el trabajo, universidad o hasta en proyectos personales, como un blog que habla del “perfeccionismo”.
- Destrucción verbal de uno mismo
Como queremos hacer todo perfecto y no hay nadie que sepa mejor de nuestros errores que nosotros mismos, el perfeccionista procede a destruirse verbalmente. Esto no es tan sólo horrible ya que te hace sentir malísimo, sino que te vuelve más inseguro preocupándote en exceso por lo que las otras personas piensen de ti.
Este es uno de los síntomas que más he sabido controlar hasta el momento. Me considero un maestro Zen en esta área… mentira, pero el tip esta más abajo.
Cómo combatir el perfeccionismo
Muchos de los tips que recomendaré a continuación son cosas que aplico en mi día a día que me ayudan a controlar el perfeccionismo y que te podrían ayudar en cualquier problema que estuvieses teniendo actualmente.
1. Establece una fecha tope
Coloca una fecha u hora en la cual todo lo que tienes que hacer tiene que estar terminado.
Sin duda alguna, puede ser uno de los tips más valiosos sobre cómo combatir el perfeccionismo en el área de trabajo. Si eres perfeccionista, tal vez te demores una hora escribiendo la primera oración de un mail o un proyecto como yo.
A su vez, si eres perfeccionista y tienes mucho tiempo para trabajar siempre encontrarás algo que mejorar o dirás que tu trabajo está incompleto.
Establecer una fecha tope o aprovecharse de la ley de Parkinson me ha ayudado muchísimo en ser consistente con mis artículos estos últimos meses. Antes publicaba uno cada mes o dos cada dos meses porque quería que sea perfecto. También, me ayuda a no sobre pensar lo que tengo que escribir.
Este tip es una joya que uso inclusive en tareas sencillas como hacer las compras en el supermercado, limpiar la casa en un período de tiempo sin importar que todo esté perfecto y varias otras cosas más.
2. Haz ejercicio
Levanta tu pompis del sofá o de tu cama y comienza a mover tu corazoncito
¡Hacer ejercicio es increíble! se ha comprobado que reduce los niveles de colesterol, reduce el riesgo de enfermedades cardíacas y la diabetes. Sin embargo, también reduce los síntomas de depresión, estrés y los niveles de ansiedad.
Estos últimos meses he estado religiosamente yendo al gimnasio y corriendo. Sinceramente cuando termino de hacer ejercicio dreno todo lo malo de mi cuerpo y siento que estoy volando como si hubiese tomado una droga.
Mi estrés se reduce muchísimo y nada me suele importar después; lo recomiendo full. Sé que es muy difícil ir, ya sea por la distancia u horario personal, pero unos 15 minutos de planchas o trote pueden ayudar.
Recomiendo meterse en una competencia, de esta manera tendrás la responsabilidad de entrenar más por el hecho de que tienes que estar preparado, sino vas a sufrir. Por ejemplo, me registré en el maratón de Berlín el próximo año (nos podemos ver si quieres) y esto me está manteniendo constante por el miedo a que me desintegre corriendo.
3. Ríete de ti mismo
Ríete de lo raro, imperfecto y complicado que eres.
Reír es una medicina. Te ayuda a reducir el estrés, ansiedad y millones de cosas más. Sin embargo, yo no lo hago por eso, sino para aprender a quererme y aceptarme (me empalagó escribir esa oración, pero es cierto).
Reír de mí y de mis problemas mentales, hace que ellos se reduzcan. No sabría decirles porqué, pero me pasa. Hace que mis problemas se vuelvan más normales y sea más fácil buscar las soluciones. El burlarme de mí hace que sea más fácil aceptar quién soy, pueda vivir con ellos más tranquilo y hasta sentirme orgulloso y seguro de mí mismo.
Así que ríete de tus problemas para que los hagas más pequeños y puedas comenzar a tomar acción para solucionarlos.
4. Háblate como tu mejor amigo
Di a ti mismo lo que le dirías a tu mejor amigo si él estuviera en tu misma posición.
¿Se acuerdan de que les dije que era un maestro Zen en esto? Bueno no soy ningún maestro, sólo que este tip me ha ayudado demasiado y te puede ayudar así seas perfeccionista o no.
Piensa lo que te dirías tu mejor amigo si cometes un error o cuando estás pasando por un momento de crisis existencial. Hasta ahora cuando hablo con mis amigos de mis problemas no me conversan como yo pensaría que lo irían a hacer “Mauricio eres un imbécil, idiota, etc.”
Ellos han sido súper comprensibles y aunque me hagan notar lo bobo que soy, me dan esperanza y no me hacen sentir mal. Háblate de esa manera. Esto puede reducir muchísimo la crítica interna y la autoflagelación que el perfeccionismo causa.
No seas tan duro contigo, ya que te hundirá más y más.
5. Acepta que lo peor pueda ocurrir
Cede el control y no le ofrezcas resistencia a la vida.
Este tip lo leí del libro Sabiduría Emocional del psicólogo Walter Riso y déjenme decirles es una maravilla. Se podría explicar también con el dicho “Que pase lo que tenga que pasar”.
Me ha ayudado muchísimo últimamente con mis compulsiones. Cuando salgo de mi casa y quiero revisar si cerré la puerta o apagué la cocina, en ves de revisar y sentirme mal, acepto lo peor que pueda pasar.
Me digo “Sabes qué… si se incendia mi casa, que carajo voy a hacer después resolveré”; o cuando aguanto lavarme las manos digo “Bueno si me contamino y me enfermo iré al doctor, ya que más puedo hacer”.
Walter Riso lo ha aplicado con algunos de sus pacientes y se han curado de varios trastornos o ansiedades. Dejar que el universo, las energías, Dios, el destino o la ciencia se ocupe de lo que pase es demasiado liberador. Sólo dí como muchos ya lo hacen “¡Al carajo todo! Que salga lo que salga, me vale vergas ya”.
Grita o desahógate y seremos libres.
6. Busca ayuda profesional
Yo te podré recomendar con la mejor de las intenciones algunos consejos que leo y aplico, sin embargo, buscar a alguien con experiencia que nos pueda ayudar es la mejor opción. Primero, debemos tener algo más claro que el agua:
Ir a un psicólogo o terapeuta no te hace loco, ni menos persona de lo que eres así pongas todas las excusas posibles que tengas en tu mente en este momento.
Créanme yo antes era de aquellos que pensaban lo contrario y estoy súper avergonzado de ésto. Aunque no he ido a uno (que me encantaría), una terapia con un profesional puede ayudar a una persona increíblemente.
Es ser escuchado, sin ser juzgado; que te escuchen con compasión y además que tengan el interés de ayudarte con tus problemas. Asimismo, está comprobado que sólo el hecho de hablar sobre tus problemas te hace sentir mejor emocionalmente. Es liberar el veneno que llevamos dentro.
A veces, creemos que somos los únicos en el mundo que tenemos estos tipos de problemas (esa es nuestra naturaleza narcisista). No obstante, estamos totalmente equivocados; nosotros no somos tan especiales como pensamos, no tenemos un problema que nadie haya tenido o quizás que nadie haya podido solucionar. Esto nos debe generar más tranquilidad ya que si existen personas que lograron superar lo que estamos pasando ¿Por qué no nosotros?
Últimos comentarios
Espero que hayas visto que las apariencias engañan, que no todos somos perfectos y que tenemos problemas que superar. A su vez, si estás sufriendo de algún problema ya sea de ansiedad, depresión o trastorno obsesivo compulsivo, no estás sólo.
Busca gente que te quiera ayudar, un profesional o escríbeme por los comentarios y te contacto por e-mail (te puedo ofrecer chistes y apoyo moral). No nos debe dar vergüenza compartir lo que sentimos, al contrario, te debes sentir orgulloso de lo fuerte y valiente que eres de estar luchando y tratando de mejorar cada día.
Sé que soy un don nadie para decirte todas estas palabras, pero seguiré mi propio consejo: ¡Al carajo todo! Yo digo lo que pienso y creo que: Primero, tenemos que ser más abiertos con lo que sentimos. Segundo, sentir ansiedad o depresión no te hace menos persona, y por último, que eres el puto amo de tu vida.
Quiero cerrar con una frase de una película genial que nos debe dar esperanzas y fuerzas:
“Todo saldrá bien”
Tony Stark en Avengers Endgame
En resumen,
- El perfeccionismo es un rasgo de personalidad que consiste en intentar hacer todo lo más impecablemente posible en cualquier área de nuestras vidas.
- El perfeccionismo es un estilo de vida, y no de los mejores. Si eres perfeccionista como yo, no sólo quieres hacer tus tareas lo más perfecto posible, sino que tu identidad sea también perfecta.
- Los perfeccionistas esperamos el perfeccionismo en las demás personas, lo cual es completamente irracional y absurdo.
- Síntomas del perfeccionismo:
- Depresión
- Desórdenes alimenticios
- Falta de creatividad
- Negatividad
- Estrés y ansiedad
- Trastorno obsesivo compulsivo
- Procrastinación
- Destrucción verbal de uno mismo
- Cómo combatir el perfeccionismo:
- Establece una fecha tope: Coloca una fecha u hora en la cual todo lo que tienes que hacer tiene que estar terminado.
- Haz ejercicio: Levanta tu pompis del sofá o de tu cama y comienza a mover tu corazoncito.
- Ríete de tí mismo: Ríete de lo raro, imperfecto y complicado que eres.
- Háblate como tu mejor amigo: Dí a ti mismo lo que le dirías a tu mejor amigo si él estuviera en una posición similar.
- Acepta lo peor que pueda ocurrir: Cede el control y no ofrezcas resistencia a la vida.
- Busca ayuda profesional: Busca un psicólogo/terapeuta que te pueda ayudar en tu proceso de superación.
Fuentes
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Stoeber, Joachim y Childs, Julian H. (2010) The assessment of self-oriented and socially prescribed perfectionism: Subscales make a difference. Journal of Personality Assessment, 92 (6). pp. 577-585. Recuperado de: https://kar.kent.ac.uk/24751/1/Stoeber%20Childs%20(2010)%20JPA.pdf
Genial artículo, Mauricio.
Me pasa que chequeo las puertas del carro mil veces, a ver si las cerré o no.
Pondré a prueba tus consejos.
¡Abrazo!
Juan! Gracias por leer hermano!
Sí, cosas así nos pasan a muchos y nos roba mucho de nuestra paz mental. Espero que te sirvan los consejos!
Saludos 😁