Lo sé, yo también estaba un poco escéptico al escuchar que existen cinco lenguajes del amor que debemos aprender para llevar mejor nuestras relaciones.
Sin embargo, tengo la impresión de que todos creemos que somos mejor de lo que pensamos en nuestras relaciones amorosas, porque leímos un artículo como este en internet (no soy la excepción) o porque sabemos glasear la dona.
Teniendo en cuenta que no soy tan bueno en el amor, decidí comprarme algunos libros al respecto para aprender más sobre el tema, tener una relación más sana con mi novia y conmigo mismo.
Mi primera parada fue el libro: Los 5 lenguajes del amor por Gary Chapman.
Sí, casi vomito leyendo el título y viendo la portada del libro, pero fue tremenda inversión.
La idea principal gira entorno a que existen 5 maneras (lenguajes) de expresar el amor y que cada persona tiende a entenderlo de una manera diferente. Debido a esto debemos saber cuál es el lenguaje del amor de nuestra pareja para, según el autor, “llenarla de amor” (ay, qué lindo).
Por más comeflor que sea la idea para algunos, los lenguajes del amor pueden resolver uno de los grandes problemas que nos hace ser tan malos en nuestras relaciones. Así que antes de enumerarlos para que “llenes de amor” a tu personita especial, hablemos de este problema.
“El problemón”
Es importante destacar que existen demasiados problemas que pueden causar que nuestras relaciones se deterioren.
Por ejemplo, problemas de apego. Hacemos de nuestra relación amorosa lo más importante del mundo, o la que todos sufrimos y no nos gusta admitir: somos los seres más inseguros del planeta.
Aunque no todos sufrimos de los problemas mencionados anteriormente, existe uno que sin importar quién quiera que seas lo vas a sufrir o ya lo sufriste. Este te abre los ojos y depende de cómo lo veas, puede que te eleve los ánimos o te aburras.
El problema es que al momento de decidir estar en una relación con una o más personas, nos olvidamos de que esto se convierte en nuestra responsabilidad.
Sí, suena demasiado aburrido y sé lo que estás pensando.
“¿Quién quiere más responsabilidades en su vida? Ya hay mucho de qué preocuparse. Estar en una relación no debería ser una responsabilidad, debería ser puros besitos y abrazos.”
“Además, ¿qué tiene que ver la responsabilidad con los lenguajes del amor?”
Déjame explicarme, pasito a pasito, suave, suavecito…
La palabrita responsabilidad
Primero, definamos responsabilidad para luego lograr entender su conexión con los lenguajes del amor.
El diccionario de la lengua española tiene varios significados de la palabra responsabilidad bajo diferentes contextos. No obstante, todos tienen algo en común y hacen referencia a:
La asunción de cualquier asunto/situación que a la persona le ocurra o acceda voluntariamente y las consecuencias resultantes de él; sea su culpa o no.
(Me costó media hora escribir esa oración, así que léela 5 veces más).
Pongamos un ejemplo, para entender mejor mi oración matutina. En este ejemplo tú quieres ser parte de un equipo de fútbol.
Ejemplo:
Digamos que después de tanto buscar, te aceptaron en un equipo de fútbol (accediste voluntariamente). El entrenador luego de ver que juegas horrible te dice que serás lateral derecho.
Ahora que ya sabes tu posición en el equipo, tienes que asumir todo deber que esto conlleva por el bien del equipo (asunción del asunto). Esto implica entrenar constantemente, aprender más de tu posición, trabajar en equipo, seguir las formaciones, etc.
En otras palabras, aprender todas las habilidades necesarias para hacer bien tu parte. Ahora bien, durante el transcurso del tiempo, ocurrirán varias cosas inesperadas de las cuales tendrás que hacerte responsable (asunción de las consecuencias).
Otros equipos meterán un gol por un fallo tuyo; tendrás que admitir tu error y mejorar. También, tendrás que sacrificar una salida con tu novia/o por un partido o hasta te lesiones. Por último, puede ocurrir que te saquen del equipo, que es un riesgo que también asumiste al entrar.
La responsabilidad en las relaciones.
Ahora bien, como vimos anteriormente con el ejemplo, la responsabilidad implica constante acción por el bien de un objetivo, ya sea un equipo de fútbol, tu salud, tu educación o más importante tu propia vida.
En nuestras relaciones, infeliz o felizmente (depende cómo lo quieras ver), ocurre lo mismo que con el equipo de fútbol.
Al acceder a una relación con una persona o más personas voluntariamente, se están haciendo responsables de qué tan buena ella será. Están asumiendo toda actividad que conlleva a una relación sana para que crezca, se fortalezca y gane la liga de fútbol.
Estas actividades que uno tiene que hacer por el bien del equipo son aprender a escuchar y comunicarse correctamente con la persona, establecer límites saludables en la relación, llevar las finanzas correctamente y a lo que vamos… aprender los benditos lenguajes del amor para que la persona se sienta amada.
También además de “entrenar” constantemente, implica asumir las consecuencias de esa decisión: tienes que oler los pedos de tu pareja, sacrificar un poco de tu privacidad y tiempo con tus amigos o familia, etc.
A su vez, como en el equipo de fútbol, existe la posibilidad de que la relación termine y llores, como a todos nos ha pasado. Así es la vida, no porque hagas todo bien, saldrá todo bien… así que lloremos.
En otras palabras, las relaciones son como ir al gimnasio. Son opcionales, requieren demasiado esfuerzo y son difíciles. Sin embargo, luego de trabajar constantemente ves que todo ha valido la pena, pero aún así, no puedes parar o todo se va a la mierda de nuevo.
Sabiendo esto, es hora de ver cómo nos olvidamos de un concepto “tan simple” como éste.
El enamoramiento
En el comienzo dije que el problemón es que muchos de nosotros olvidamos que nuestras relaciones son nuestra responsabilidad. ¿Cómo ocurre eso?
Esto ocurre en mayor parte gracias a… el enamoramiento.
Bienvenido a la fase del enamoramiento o también conocida como el período donde todo parece posible y tú estarías dispuesto a ir todos los fines de semana a ver a los suegros con tu carita de pendejo/a.
En esta etapa nos estupidecemos y pareciera que estamos drogados constantemente. Hacemos cosas que nunca haríamos, nos sentimos en una película, donde cada beso se siente como uno de Brad Pitt y el sexo se vuelve nuestra rutina de ejercicio.
Y luego de un tiempo… te pones sobrio.
No sientes la euforia que antes sentías y te das cuenta que la realidad no era lo que estabas viviendo. Sientes que algo pasó con tu relación y la llama se está apagando.
Tal vez, puede que no ames más a la persona como antes o tal vez puede que te hayas acostumbrado a la novedad.
El olvido de la responsabilidad
Cuando comenzamos a salir con la persona que podría ser nuestra pareja, no estamos pensando en que una relación implica responsabilidad (al menos, yo no lo pensé).
Sólo estamos disfrutando la montaña rusa de sensaciones placenteras que vienen por estar enamorándose.
Al estar en esta fase de enamoramiento que puede durar alrededor de dos años, según psicólogos, nuestro cuerpo está liberando químicos por todos lados que causan reacciones en nuestro cuerpo e influyen nuestro comportamiento de distintas maneras.
Así como un adicto haría todo lo posible por conseguir su droga de preferencia, ocurre algo muy similar en esta fase. Nuestro cuerpo se llena de varios químicos que en su conjunto hace que nos obsesionemos por la otra persona debido a lo placentero que es.
Durante ese tiempo, el placer que sentimos de cada acción que tomamos por la pareja, nos hace pensar que estar en una relación es pan comido y que este sentimiento eufórico del amor, durará para siempre.
Sin embargo, como todos sabemos, no es así. Después de un tiempo nuestros “niveles químicos” vuelven a la normalidad y súbitamente todo parece ser un poquito más difícil.
Ahora bien, no me malinterpreten.
El enamoramiento no es el problema de por sí, ésta es una fase que todos experimentaremos.
El problema es que al pasar por ella y experimentarla, muchos podemos adoptar la idea de que estar en una relación es la euforia constante y que NO requiere de mucho esfuerzo, constante acción y trabajo. En otras palabras, en esta etapa podríamos olvidar de que estar en una relación se vuelve nuestra responsabilidad.
Ahora bien, ¿cómo podemos tomar responsabilidad de nuestra relación? ¿Con cuáles acciones podemos empezar?
Podemos empezar aprendiendo los benditos lenguajes del amor (ahora sí).
Los 5 lenguajes del amor
Una de nuestras responsabilidades al estar en una relación es aprender a expresar nuestro amor de una manera que nuestra pareja lo entienda y se sienta amada.
En el libro “Los 5 lenguajes del amor” estas maneras de expresarnos son llamadas lenguajes del amor. Es decir, todos tenemos una tendencia a expresar nuestro amor y entenderlo de una manera u otra.
Sin embargo, puede ocurrir que la forma cómo lo expresemos no sea la mejor manera que nuestra pareja lo entienda o más lo aprecie. El libro da una buena analogía; es como dos personas que hablando diferentes idiomas intentan comunicarse y entenderse.
Puede que no entiendas el mensaje de tu pareja o puede que sí, pero éste no es tan impactante como si hubiese sido expresado en tu propio idioma.
Es importante destacar que el hecho de estar aprendiendo el lenguaje de tu pareja no la justifica a no apreciar como tú originalmente te expresas o viceversa. En mi opinión, todos debemos aprender de los 5 lenguajes del amor y expresarnos con ellos cinco, para evitar la monotonía.
Sin más nada que decir, aquí están los 5 lenguajes del amor.
Palabras de afirmación
“Las palabras son, en mi no tan humilde opinión, nuestra fuente más inagotable de magia. Capaz tanto de infligir lesiones como de remediarlas.”
Albus Dumbledore en Harry Potter
Bienvenido a mi lenguaje del amor; el que me para los pelitos y pone duras mis tetillas. Sin embargo, si es usado como un hechizo en mi contra, puede hacerme llorar.
Las palabras de afirmación consisten en expresar tu amor utilizando palabras que hagan sentir bien a la otra persona.
Puede ser un cumplido, palabras de admiración por sus logros, palabras que lo motiven a perseguir sus intereses, o hasta decirle cuánto la amas.
Palabras de afirmación también es la manera cómo le pides las cosas a tu pareja o la forma en que te expresas, que es igual de importante.
Ejemplos:
- “Que chistoso eres”.
- “Estás súper yummy hoy”.
- “¡Me encanta como bailas! ¿Has pensado en dedicarte a eso?”
- “Admiro mucho tu esfuerzo constante”.
- “¿Podrías algún día cocinar ese risotto cuatro quesos que me pone loquito?”
- “La forma en que te expresaste ayer, me hirió bastante”.
- “La próxima vez que termines de comer ¿podrías lavar el plato directamente para que no se acumulen? Por favor”.
La elección de palabras en momentos negativos puede demostrar a su vez cuánto amas y respetas a una persona. La cuestión no es ponerle una etiqueta, sino poner énfasis en la acción que te hirió o está errada.
Como Harry Potter, las palabras son hechizos que pueden tanto herir demasiado como hacer que una persona se supere personalmente o se sienta amada. Es uno de los lenguajes del amor que muchos creemos tener dominado, pero lamentablemente nos falta bastante.
Tiempo de calidad
“El mayor regalo que puedes darle a otro es la pureza de tu atención.”
Richard Moss
El tiempo de calidad consiste en dedicarle a tu pareja tu atención ininterrumpida.
Sí, cuando me refiero a atención ininterrumpida es que no estés haciendo varias cosas al mismo tiempo; mirando las redes sociales en tu teléfono o el televisor mientras estás con la otra persona.
Tiempo de calidad puede ser hablar con tu pareja, ayudarla a sembrar sus plantas, salir a caminar con ella, preparar algo juntos o cualquier cosa que le guste hacer (pregúntale, porque se me acabaron las ideas).
Como dije anteriormente todos los lenguajes del amor son sumamente importantes en nuestras relaciones y el tiempo de calidad es un requisito.
Es importante recordar que estar en proximidad con la otra persona, como vivir juntos, no significa que están pasando tiempo de calidad juntos.
Recibir regalos
«Los mejores regalos vienen del corazón, no de la tienda.»
Sarah Dessen
Dar regalos consiste en hacer o dar algo especial por la persona que amas, que demuestre que estuviste pensando en ella.
Dar regalos es una linda muestra que has estado pensando en la otra persona a pesar de todo lo que has hecho en tu día. También, es una muestra que eres atento con ella y la entiendes.
Los regalos pueden ser muchos; una carta, cocinar la comida antes de que llegue, rosas, comprar dulces, hacerle una manualidad, que tu presencia sea una sorpresa en un momento inesperado, o hasta robarte rosas de las macetas de un restaurante y dárselas (no me juzguen fue por amor).
Los regalos no tienen que ser cosas súper caras. Son actos de amor presentados de otra manera; pero si le quieres regalar un viaje a tu pareja bienvenido sea. Lo importante es el acto como tal y no la cantidad de dinero que inviertes en el regalo.
Pensé que era un buen novio hasta cuando terminé el libro y le pregunté a mi novia cual era el lenguaje del amor que más la representaba.
Sip, dijo recibir regalos y sinceramente no tenía idea. Eso es lo importante de preguntar y no suponer, ya que podríamos vivir en una ilusión.
Actos de servicio
“Cariño ya lavé los platos, lavé la ropa y corté el jardín.”
Todos nosotros, nunca en la vida.
En el libro, el autor define los actos de servicio como realizar las tareas o actividades que a tu pareja le gustaría que hicieses.
Aunque se entiende la idea, no me gustó este significado ya que siento que se puede malinterpretar mucho, así que lo cambiaré un poco:
Actos de servicio consiste en voluntariamente hacer favores por la otra persona.
Esto es lavar los platos, hacer las compras, lavar la ropa, limpiar la casa o arreglarla, cocinar la comida para la semana, arreglar la lámpara, acompañar a su madre en algo, recoger el pedido de Mc Donald’s, etc.
A veces, hacer las tareas que a nadie le gustaría hacer es una gran muestra de amor por la otra persona. Ciertamente si eres de los que aprecia el amor así, no abuses de tu pareja, ella no es tu esclava.
Si abusas, yo voy a ir personalmente a tu casa y tirarte el pedido de McDonald’s en la cara.
Este es uno de los lenguajes del amor que puede demostrar más, ya que el estar en una relación implica a veces hacer cosas que no te gustan, pero necesarias por amar a tu pareja.
Contacto físico
«No sé la pregunta, pero el sexo es definitivamente la respuesta.»
Woody Allen
Otra forma posible que tu pareja se sienta más amada es cuando existe alguna forma de contacto físico con ella.
El contacto físico consiste en demostrar amor con acciones que involucren alguna forma de contacto corporal.
Esta es la mas obvia de todas. Formas de contacto físico pueden ser besos, abrazos, caricias, agarrarse de las manos, hacerle masajes, tocar a tu pareja gentilmente en la espalda y el sexo.
Este es uno de los lenguajes del amor que muchos podemos suponer que es el de nuestra pareja o el nuestro. Aunque todos amamos los besos y el sexo, existen personas más expresivas y más sensibles a percibir amor por contacto físico que otras.
Así que antes de decir que este es el lenguaje de alguno de ustedes porque les encanta jugar a la mamá y el papá, observa si éste hace sentir más amada a tu pareja.
¿Cómo encontrar tus lenguajes del amor?
“Mauricio, muy lindo todo, pero ¿cómo sé cuál es lenguaje de mi pareja y el mío?”
Existen muchas formas de encontrar el lenguaje del amor en ambos. En el libro, el autor recomienda:
- Presta atención como tu pareja y tú expresan amor. Puede que la forma como lo expresen, sea cómo desean sentirlo.
- ¿Qué cosa le hiere más a tu pareja o a ti cuando alguno comete un error? Lo opuesto de eso podrían ser sus tipos de lenguajes.
- Pregúntale… no tengas pena.
- ¿Qué cosas normalmente te pide o le pides más a tu pareja para hacer juntos? La respuesta pueden ser sus lenguajes del amor.
En resumen,
- Los lenguajes del amor pueden resolver uno de los grandes problemas que nos hace ser tan malos en nuestras relaciones.
- El problema es que, al pasar por el enamoramiento, muchos podemos adoptar la idea de que estar en una relación es la euforia constante y que NO requiere de mucho esfuerzo, constante acción y trabajo.
- En otras palabras, en esta etapa podríamos olvidar de que estar en una relación se vuelve nuestra responsabilidad.
- Al estar en una relación estás asumiendo toda actividad que conlleva a una relación sana para que crezca y se fortalezca, como aprender los lenguajes del amor.
- Los lenguajes del amor son las distintas formas individuales de expresar y entender el amor.
- Los 5 lenguajes del amor:
- Palabras de afirmación: consiste en expresar tu amor utilizando palabras que hagan sentir bien a la otra persona.
- Tiempo de calidad: consiste en dedicarle a tu pareja tu atención ininterrumpida.
- Recibir/Dar regalos: consiste en hacer o dar algo especial por la otra persona que demuestre que estuviste pensando en ella.
- Actos de servicio: consiste en voluntariamente hacer favores por la otra persona.
- Contacto físico: consiste en demostrar amor con acciones que involucren alguna forma de contacto corporal.
¿Y tú? ¿Qué piensas?… Aparte de los lenguajes del amor, ¿qué otras responsabilidades tenemos en nuestras relaciones?
Fuentes
Chapman, G. (1992). The Five Love Languages: The Secret to Love That Lasts. Chicago: Northfield Publishing
Edwards, S. (s.f.). Love and the Brain. Harvard Medical School. Recuperado de: https://neuro.hms.harvard.edu/harvard-mahoney-neuroscience-institute/brain-newsletter/and-brain/love-and-brain