La expectativa de vida de una persona actualmente es de 72 años.
Tomando este dato en cuenta, aunque puede variar dependiendo del país donde vives, una persona tiene a su disposición 3.754 semanas de vida. Asumiendo que tienes 20 años eso te deja con 2.711 semanas disponibles, y si tienes 55 te quedan 886 semanas para vivir, aprovechar y disfrutar con tu familia.
Estos números dan muchísimo miedo y son altamente impresionantes, pero ellos nos comunican aspectos sumamente importantes que no podemos ignorar:
- Estos números nos recuerdan que no somos inmortales, es decir, que moriremos algún día, lo cual es fácil de olvidar.
- Nos hacen conscientes de lo corta y larga que es la vida al mismo tiempo.
- Nos ayudan a ver claramente qué es lo que vale la pena y lo que no en nuestras vidas.
- Te traen a la mente distintos pensamientos personales sobre la vida y lo que estás haciendo en este momento.
- Por último, nos comunican lo valioso que es nuestro tiempo.
Todos lo sabemos y no creo que exista una persona que no esté de acuerdo con el hecho que nuestro tiempo es nuestra “posesión” más valiosa.
Sin embargo, existe actualmente un factor externo que está haciendo que no aprovechemos este valioso tiempo que tenemos.
A su vez, este factor contradictoriamente puede ser utilizado para aprovechar mejor el tiempo disponible y vivir así una vida mejor.
Antes de establecer la relación de nuestro tiempo con el factor externo y qué pasos podemos tomar para aprovecharlo mejor, debemos responder la siguiente pregunta: ¿Cuál es este factor externo?
Las redes sociales: El arma de doble filo
El lado negativo
Hace pocos años comenzó a surgir una nueva droga que 2.46 millardos de personas la consumen actualmente. Esta influye nuestro estado emocional y en la forma de cómo interactuamos con el mundo.
Esta droga está específicamente diseñada para robar nuestra atención a cada momento del día. Utiliza nuestra atención para generar más dinero y para que ésta se vuelva cada vez más adictiva.
Su nombre es: Las Redes Sociales.
Esta droga se puede consumir de distintos proveedores como: Facebook, que ofrece productos como su página web, su aplicación, Instagram y WhatsApp, también el proveedor llamado Alphabet Inc., que ofrece los productos Google y YouTube, entre otros.
Así como algunas drogas pueden traer efectos dañinos a la salud, las redes sociales, lamentablemente también pueden hacerlo.
Un estudio reveló que adolescentes que pasan mucho tiempo en las redes sociales tienen más riesgo de sufrir problemas de salud mental, lo cual puede ser un motivo del incremento de depresión o suicidios en los últimos años.
Otro estudio realizado en el 2015 por la universidad de Missouri reveló que el uso constante de Facebook puede llevar a síntomas de depresión debido a sentimientos de envidia, causados por compararse constantemente con los demás.
¿Por qué es una droga?
No es ningún secreto que el uso de las redes sociales es altamente adictivo. Muchos de nosotros sentimos placer cuando nos dan un like en Instagram, nos alegramos cuando nos llegan mensajes de personas o nos hace sentir bien ver videos en YouTube.
Como sabemos, toda acción que nos trae placer o nos hace sentir bien es mucho más probable que sea repetida. En nuestro caso es aún más probable, ya que tenemos “la droga” en nuestros bolsillos. Lo que hace que la acción se repita muchísimas veces durante el día.
La relación que quiero establecer es con la definición que usamos coloquialmente para referirnos a una droga; aquella sustancia psicoactiva que afecta los procesos mentales y que puede causar dependencia (adicción).
Aunque las redes no afecten nuestros procesos mentales, hemos creado una dependencia gigantesca de ellas y también un hábito compulsivo de chequeo constante, lo que me sugiere darle el nombre coloquial de droga por ser altamente adictiva.
Si las redes sociales son tan dañinas, ¿Por qué las seguimos usando?
Las seguimos usando ya que son una de las mejores cosas que han pasado en los últimos años.
El lado positivo
No podemos negar que, a pesar de lo dicho anteriormente y todos los estudios hechos en contra de las redes sociales, ellas son una de las mejores herramientas que tenemos actualmente.
Nos permiten hacer innumerables actividades que antes nadie se podía imaginar:
- Puedes compartir tus pasiones o conocimiento en redes como YouTube, Instagram, una pagina web o Facebook y además conseguir personas que te apoyen y te sigan.
- Podemos aprender de todo, desde cómo tocar un instrumento o hasta qué hacer si tu paracaídas deja de funcionar (videos aleatorios que me aparecen en YouTube).
- Nos podemos conectar con personas y familiares que viven a miles de kilómetros de nosotros.
- Se puede recolectar muchísimo dinero para causas increíbles como, por ejemplo, el ASL Bucket Challenge (mojarse con un balde de agua con hielo) o hasta para donaciones a países necesitados o familiares.
- Puede aumentar las ventas de tu negocio exponencialmente o puedes crear un negocio sin capital alguno.
- Puedes hacer más amigos conectándote con personas de tus mismos intereses.
- Nos permiten aumentar la conciencia de los problemas actuales.
- Facilitan las búsquedas de trabajo, y
- Muchas cosas más.
Debemos aprovechar estas ventajas lo mejor posible, así como agradecer a las increíbles compañías como Facebook por darnos la posibilidad de disfrutar de los beneficios de sus plataformas.
Como hemos visto, las redes sociales tienen doble cara, son una droga y una herramienta multiuso a la misma vez. Sin embargo, al ser altamente contradictorias, seguro te estarás preguntando: ¿Cómo pueden ser tan beneficiosas y tan dañinas a la misma vez?
La respuesta se podría encontrar en un principio económico, que nos ayudará también a entender el rol del tiempo en esta discusión.
La ley de los rendimientos marginales decrecientes en las redes sociales
La ley expresa lo siguiente: el aumento de un factor productivo en un proceso de producción ocasiona que el rendimiento de producción (output) disminuya, con la condición de que los otros factores se mantengan constantes (es decir, no entendí nada).
En lenguaje coloquial, esta ley se podría resumir en algo que nuestros padres nos han dicho a todos alguna vez, aunque no es del todo correcto:
“Hijo/a todo en exceso es malo”
Tu mamá o papá
(Ok, ya lo entendí).
Digamos que nuestro factor productivo es el tiempo y que nuestro output son todos los beneficios que nos traen las redes sociales como conexión con amigos o relajarte viendo videos en YouTube, etc.
Si lo ponemos en una gráfica se vería de esta manera:
Como podemos ver, nuestro tiempo o cómo éste es utilizado va a determinar la cantidad de beneficios que las redes sociales nos brindan. Sin embargo, llega un momento donde todos estos beneficios comienzan a dejar de ser tan beneficiosos.
Dedicaste tanto tiempo hablando con tus amigos por Facebook que no dedicaste tiempo en verlos personalmente. Te relajaste tanto tiempo en YouTube que dejaste de hacer tus deberes. Consumiste tanto Instagram que tiendes a compararte con los demás y sufrir de ansiedad.
Esta explicación al problema la extraje del libro Digital Minimalism por Cal Newport, aunque la modifiqué un poco y me pareció excelente para explicar el problema que tenemos delante de nosotros.
Como hemos visto el tiempo es el recurso que utilizamos para dar uso a estas plataformas y obtener sus beneficios. Lamentablemente, no muchos somos conscientes que el tiempo es el recurso utilizado para esta actividad y lo confundimos con la atención.
Atención = tiempo
Como dicho anteriormente, las compañías necesitan de nuestra atención para generar dinero. Ellas hacen todo lo posible para que cada plataforma se vuelva más y más adictiva y capturar nuestra atención. Sin embargo, en el fondo es nuestro tiempo el que está siendo capturado.
Colocar nuestra atención en algo, ya sea leer un libro o viendo el feed de Facebook, es una acción. Toda acción requiere de un determinado tiempo para ser cumplida. En otras palabras, cada acción que realizamos tiene un costo de tiempo.
Por ejemplo: cuando te cepillas los dientes, consumes minutos de tu tiempo. Cuando comes, consumes minutos u horas de tu tiempo. Cuando te entretienes ya sea viendo videos de YouTube o viendo fotos en Instagram, consumes en promedio 2 horas y 16 minutos de tu tiempo al día.
Esos datos son sólo un promedio. En un día yo he acumulado alrededor de 3 horas de uso de redes sociales (dato que fue calculado por mi teléfono) y no contó el tiempo adicional usado en mi computadora viendo videos de YouTube que puede sumar hasta 4 horas al día.
Esto es surreal y triste y no creo ser el único que sufra o haya sufrido del uso compulsivo de las redes sociales. Mi ejemplo representa un ejemplo perfecto a la ley económica expresada anteriormente.
Dediqué tanto tiempo que no lo aproveche en actividades como la lectura o el ejercicio, también me llené de ansiedad y me sentí inútil por compararme con las demás personas debido al constante uso del Instagram.
Ahora que ya exploramos las dos caras de las redes sociales, debemos buscar una solución que nos ayude a aprovechar lo positivo y mitigar lo negativo.
Es hora de tomar control de nuestro tiempo y explorar dos pasos que nos ayudarán a usar las redes sociales para extraer los beneficios, sin que nuestro tiempo sea consumido sin propósito alguno y éste sea mejor utilizado.
Pasos
1. Elimina las redes sociales de tu vida por 30 días.
Este paso consiste en eliminar las redes sociales de tu teléfono y a su vez el acceso a ellas por otros dispositivos por 30 días, con el motivo de rediseñar por completo cómo usar estas redes.
¿Por qué hacerlo?
Separarte por 30 días de las redes sociales te ayudará a obtener más claridad, algo que hoy en día es muy escaso por el constante consumo de información.
Así como estar lejos de tu enamorado/a por un período de tiempo te hace pensar sobre tu relación; por ejemplo, qué podrías mejorar, en qué podrían cambiar o si seguir en la relación, este proceso te ofrecerá tiempo para cuestionarte el uso de las redes sociales.
Asimismo, en ocasiones uno necesita salir del campo de fútbol para ver el juego y saber en qué se puede mejorar, ya que uno estando adentro de la cancha no tiene la visión completa. Necesitamos un período de salida y reflexión para meditar nuestras acciones y cómo ellas afectan nuestro día a día.
Sin embargo, este paso puede asustar a muchas personas por varios motivos:
- Todos tus amigos están en las redes sociales y no quieres perder el contacto con ellos.
- Tienes miedo a perderte algo que ocurra, conocido en ingles como FOMO (fear of missing out).
- Te preocupas por lo que la gente piense de ti al hacerlo.
- Tu trabajo necesita de redes sociales.
Intentaré responder cada una de estas preocupaciones basadas en mi propia experiencia aplicando los 30 días y con ayuda del libro Digital Minimalism por Cal Newport que me introdujo la idea de hacerlo.
¿Que redes sociales eliminar?
En el libro se señala que debemos identificar entre lo conveniente, es decir, algo que es útil y beneficioso, pero no es necesario y lo crítico, que la abstinencia puede traer un impacto negativo en tu vida personal y/o profesional.
Si tienes un blog en Instagram y ganas dinero por esta red, salirte sería algo crítico para tu vida personal y profesional. Sin embargo, si sólo la utilizas para pasar el tiempo y reírte un poco, es una conveniencia.
Por ejemplo, WhatsApp es la única red que utilizo para mantenerme en contacto con mi familia, amigos y es crítica para mi comunicación. Además, en mi trabajo todos los horarios y notificaciones importantes se pasan por WhatsApp.
¿Te perderás de algo?
Claro que sí.
Sin embargo, no es tan malo como parece. Mucha información no siempre es buena y la abstinencia te ofrecerá claridad, como lo mencioné anteriormente.
Los primeros días pueden ser difíciles, pero te darás cuenta de que la información que consumías no es tan necesaria en tu día a día como parecía y podrás enfocarte en otras cosas más productivas.
¿Qué hago con mis amigos, que pensarán de mi los demás?
Primero, no creo que vayas a perder contacto con tus amigos y es más valioso escribirles, llamarlos o verlos que dar un simple like o un comentario en su ultima publicación.
Por último, esto puede sonar difícil de escuchar, pero cada vez me convenzo de que es cierto:
No le importas a nadie y cada persona vive en su pequeño mundo. Te pueden criticar un momento, pero después se van a olvidar porque tienen sus propios problemas que resolver.
Quizás no sea tan exagerado, sin embargo, sólo hay un número pequeño de personas que se preocupan por ti y te desean lo mejor (tu familia, esposo/a, pareja y amigos cercanos), pero aun así, ellos tienen problemas que atender y no están pensando qué estas haciendo cada momento de tu día.
Lo más importante es que lo hagas por tu propio bien, ya que al final de estos 30 días va a ser hora de usarlas de nuevo, pero de una manera distinta.
2. Úsalas nuevamente, PERO
El motivo de 30 días sin redes sociales es hacerte consciente de cómo las estás usando, qué beneficios te pueden traer en tu vida y cómo te pueden ayudar en aprovechar tu tiempo.
Después de este período debes preguntarte, por ejemplo:
- ¿Cuáles elimino por completo?
- ¿Cuáles uso sólo desde mi computadora?
- ¿Cómo y para qué las utilizaré?
- ¿En qué momentos del día las uso o sólo durante el fin de semana?
- ¿Qué condiciones me pongo al utilizarlas?
La idea es no caer en piloto automático y perder el control dejando que ellas nos roben nuestro tiempo y nuestra autonomía. La idea es usarlas de una manera que nos ayude aprovechar nuestro tiempo.
Conclusiones posibles:
- Utilizaré Facebook sólo los viernes para ver qué eventos hay cerca de mí y asistiré a ellos para conocer más personas.
- Instagram sólo será usada los fines de semana para relajarme luego de una semana intensa de trabajo.
- YouTube la usaré para escuchar algo mientras cocino o sólo para aprender a tocar guitarra.
- No necesito de ninguna, sólo WhatsApp para mantenerme en contacto.
Últimos comentarios sobre las redes sociales
Las redes sociales me han ayudado muchísimo en mi vida. He aprendido a vestirme, a sentirme más seguro de mi mismo, me han motivado en los peores momentos, me ayudaron a salir bien en matemáticas y me enseñó a crear la página de Modelos Mentales. Lamentablemente, también me han ayudado a procrastinar, sentirme ansioso y perder mucho tiempo (que por su puesto es mi culpa, por no haber tomado acción).
Crecí conociendo un mundo de constante conexión empezando con el Windows Live Messenger o MSN y he visto como todo ha seguido en constante cambio y se ha vuelto más adictivo. Sé que muchos han estado o están en mi posición con relación al uso compulsivo de las redes sociales, por eso recomiendo el libro Digital Minimalism de donde extraje los dos pasos, ya que te hace consciente y te brinda más sugerencias prácticas para aprovechar algo que se nos está acabando: nuestro tiempo.
En resumen,
- El tiempo es nuestro recurso más importante y debemos ser conscientes cómo lo utilizamos.
- Las redes sociales son capaces de incitarnos a usarlas de manera inadecuada trayendo gran variedad de desventajas en nuestra vida, debido a que es adictiva.
- Las redes sociales son capaces de potenciar nuestra vida con miles de beneficios, hay que saber usarlas y aprovecharlas al máximo.
- El hecho de usar constantemente las redes no significa que siempre vamos a beneficiarnos, ya que nuestro tiempo es consumido.
- Colocar nuestra atención en las redes es una acción y como toda acción, ella representa un costo de tiempo.
- Paso 1: Elimina las redes sociales de tu vida por 30 días, para obtener claridad y luego rediseñes el uso personal que le des a ellas.
- Paso 2: Utilízalas de nuevo, PERO que cada una tenga un propósito que te ayude a aprovechar tu tiempo y aprovechar sus beneficios.
Fuentes
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